Los anfibios son animales vertebrados que se caracterizan por el hecho de que tienen su piel desnuda, sin escamas.
En este artículo os vamos a explicar todos y cada uno de los secretos de estos animales, comenzando por la reproducción de los anfibios, las clases de anfibios que existen, ciertos ejemplos y otras curiosidades que seguro que te resultan de mucha utilidad.
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Reproducción de los anfibios
Al ser ovíparos, la reproducción de los anfibios es por huevos. Los reptiles y los mamíferos se reproducen desde la fecundación interna (en la hembra) al tiempo que los anfibios practican fecundación externa.
La fertilización de los anfibios se genera en agua dulce, por el hecho de que este género de agua será la que resguarde los huevos a lo largo de su desarrollo y deja que los anfibios no precisen anejos embrionarios, como el saco amniótico o bien alantoides, de ahí sean ciertas peculiaridades que difieren de otros anfibios vertebrados terrestres.
La fecundación siendo externa prosigue un proceso característico: el macho sosten a la hembra, que va poniendo huevos. Conforme estos salen, el macho va derramando sobre ellos sus espermatozoides y los fecunda. Los huevos quedan en el agua formando cordones o bien adheridos a la flora acuática. De ellos salen de nuevo larvas acuáticas.
Tanto en los peces como en los anfibios, en los que prevalece la fecundación externa, los huevos tienen una cubierta delgada, puesto que los espermatozoides deben atravesarla a fin de que se genere la fecundación. De ahí que, estos huevos se deben poner en el agua pegados unos a otros formando grandes racimos.
Los anfibios nacen como una larva acuática que se desplaza con una cola y respira a través de branquias. Cuando la larva, llamada renacuajo, ha crecido lo bastante, padece un proceso de metamorfosis total. Excluyendo a ciertas especies de ranas de la selva tropical, estas peculiaridades ocasionalmente van a desaparecer y van a ser sustituidas por pulmones y patas, conforme los renacuajos medran.
Esta clase de anfibios vertebrados, se conforma por ranas, sapos, salamandras y cecilias acuáticas. Estos anfibios tienen la capacidad de vivir tanto dentro como fuera del agua, si bien precisan que estén continuamente mojados puesto que es su medio de respiración.
Animales anfibios, ¿cuáles son?
En latín la palabra anfibio tiene un significado especial, literalmente hace referencia a “dos vidas”. Y es que esta es una peculiaridad distinguida de estos animales, capaces de amoldarse y realizar sus funciones biológicas en dos ecosistemas diferentes: la superficie terrestre y las zonas acuáticas. Sin embargo, vamos a ahondar un tanto más en la acepción de anfibio.
Los anfibios son parte de esa gran familia de seres vivos clasificados como vertebrados (tienen huesos, esto es, un esqueleto interno) anamniotas (su feto se desarrolla en 4 envolturas diferentes: el corion, el alantoides, el amnios y el saco vitelino, creando un medio aguado en el que puede respirar y alimentarse), tetrápodos (tienen 4 extremidades, ambulatorias o bien manipulatorias) y ectotérmicos (tienen una temperatura anatómico variable).
Sufren un periodo llamado metamorfosis (transformación que experimentan ciertos animales a lo largo de la etapa de desarrollo biológico y que afecta tanto a su morfología como a sus funciones y al modo de vida). Entre los cambios experimentados más señalados, se halla el paso de branquias (noveles) a pulmones (adultos).
Tipos de anfibios
Tritón
Dentro de esta gran familia que componen los anfibios, podemos elaborar una pequeña clasificación basada en 3 órdenes: anuros, caudados o bien urodelos y ápodos o bien gimnophiona.
Los anuros son unos géneros de anfibios que se reúnen a todos aquellos anfibios que conocemos como popularmente como ranas y sapos. Ojo, mucho cuidado, la rana y el sapo no es exactamente la misma especie. Se reúnen a la par por sus semejanzas morfológicas y comportamiento.
Los urodelos son otros géneros de anfibios se distinguen por presentar una larga cola y un leño alargado. Sus ojos no están exageradamente desarrollados y son cubiertos por una fina piel. Acá hallamos a los tritones, salamandras, proteos y sirenas.
Por último, están las clases de anfibios ápodos, que son los más especiales de todos debido a su apariencia. Se semejan mucho a un verme o bien lombriz debido a que no tienen extremidades y su cuerpo es más bien alargado.
Características de los anfibios
Como afirmábamos previamente, los anfibios son animales vertebrados, y tienen el “privilegio” de ser los más primitivos de esta clase animales que habitan en el planeta Tierra. Diríase que están presentes desde hace unos trescientos millones de años, ¡prácticamente nada!
Cuentan con 4 extremidades: 2 delanteras y 2 traseras. Estás extremidades son conocidas con el atractivo nombre de quirido. El quirido se identifica por tener una morfología afín a la mano de una persona, contando con 4 dedos en las patas delanteras, y 5 en las traseras. Muchos otros anfibios asimismo presentan una quinta extremidad como cola.
Al ser seres vivos de sangre fría, su temperatura anatómico depende, y mucho, del medioambiente en el que se hallan, puesto que no pueden regular su calor interno. Esta es una de las causas de fuerza mayor que les ha llevado a amoldarse a la vida en el agua y en la tierra. Estos 2 sistemas les asisten a eludir un calentamiento o bien enfriamiento excesivo de su cuerpo.
Son ovíparos, puesto que nacen de huevos. Es la hembra la responsable de depositar dichos huevos y lo hace siempre y en toda circunstancia en un medio acuático, por eso los ejemplares jóvenes tengan un sistema respiratorio que cuenta con escamas.
La piel de estos organismos es permeable, pudiendo ser atravesada por diferentes moléculas, gases y otras partículas. Ciertas especies son capaces de segregar substancias tóxicas por medio de su piel como sistema de defensa contra riesgos externos.
Aun centrándonos en su piel, se puede destacar que esta es húmeda y despoblada de escamas, en contraste a otros géneros de animales que sí las portan. Esta circunstancia les deja absorber apropiadamente el agua y, por ende, el oxígeno. Por contra, les hace muy frágiles a los procesos de deshidratación. Si un anfibio se halla en un entorno de baja humedad, su piel se secaría de forma rápida, lo que puede generarle graves problemas e inclusive la muerte.
Estos animales tienen un aparato circulatorio cuya pieza primordial es un corazón tricameral compuesto por 2 aurículas y un ventrículo. Su circulación es cerrada, doble y también incompleta.
Los ojos acostumbran a ser grandes y, más bien, saltones, lo que les facilita un gran campo visual muy apropiado en el momento de apresar a sus posibles presas. Existen salvedades como los tritones.
Aunque parezca que no, los anfibios sí tienen dientes, pese a que estos son escasos. Su función es la de servir de ayuda para sostener el comestible. La lengua asimismo se vuelve en un perfecto instrumento para atrapar a otros pequeños animales. Presentan un estómago con forma tubular, con un intestino grueso corto, 2 riñones y una vejiga urinaria.
Ejemplos de anfibios
Salamandra
En la actualidad, hay clasificadas cerca de unas 3.500 especies de anfibios. Sin embargo, los científicos, en sus estimaciones, pronostican que el total puede rondar sobre las 6.400.
Al meditar en anfibios siempre y en toda circunstancia se nos aparece en la cabeza la imagen de una rana o bien un sapo, mas asimismo tenemos a otros animales como los tritones y las salamandras.
Estos son solo ciertos ejemplos de anfibios, si bien, como resulta lógico, hay muchos más:
Salamandra Anderson (Ambystoma andersoni)
Este género de salamandra asimismo es famosa como ajolote o bien achoque purépecha. Es una especie endémica, esto es, que solo existe en un determinado sitio. En un caso así, solo habita en la Laguna de Zacapu, situada en el estado de Michoacán (México).
Se caracteriza eminentemente por tener un cuerpo más bien gruso, cola corta y branquias. Su color anaranjado o bien colorado, sumado a sus puntos negros que se extienden durante su superficie anatómico, hace que no pase inadvertida.
Tritón moteado (Triturus marmoratus)
Este animal se encuentra eminentemente en territorio europeo, en concreto en la zona norte de España y en el este de Francia. Cuenta con una coloración verdosa acompañada de tonalidades verdosas muy atractivas. Además de esto, su espalda es atravesada por una línea vertical de pigmento colorado muy especial.
Sapo común (Bufo bufo)
Es muy frecuente hallarlo en prácticamente todo el continente de Europa y una parte de Asia. Prefiere los hábitats compuestos por aguas atascadas, áreas de riego, etc. Tal vez, el ser tan resistente a las condiciones de vida en aguas perjudiciales han hecho que sea uno de los anfibios más extendidos y conocidos. No tiene colores atractivos, sino su piel es más bien de un tono “parduzco”, cubierta por múltiples abultamientos en forma de berrugas.
Rana bermeja (Rana temporaria)
Al igual que sus familiares convocados previamente, este anfibio asimismo ha hecho de Europa y Asia su hogar. Si bien prefiere los lugares húmedos, esta rana pasa una gran parte del tiempo fuera del agua. No pertenece a un patrón de color fijo, sino cada individuo puede presentar diferente colorido. Pese a ello, acostumbra a prevalecer la piel amarronada con pequeñas máculas. El morro puntiagudo es una de sus señas.